Consejos para gestionar el estrés laboral
A pesar de sentirse a gusto en su puesto de trabajo o dedicarse a lo que realmente le gusta, todo el mundo ha padecido o puede padecer en algún momento de su vida laboral situaciones de estrés como consecuencia del desempeño de su labor profesional.
El estrés, en pequeñas dosis, puede resultar beneficioso ya que activa los mecanismos naturales de alerta y ayuda a hacer frente a situaciones complejas, en las que se requiera de mayor esfuerzo o concentración. Sin embargo, si las respuestas de estrés se presentan de manera frecuente o persisten aún cuando ya se ha superado la situación que las provocó nos encontraremos ante un caso de estrés crónico que, lejos de ser positivo, afecta negativamente a la salud tanto física como mental del trabajador y por tanto, al rendimiento laboral.
Los principales síntomas de ansiedad pueden tener distinto origen, tipo y forma. Podemos diferenciar entre síntomas físicos, psicológicos o sociales.
Psicológicos: dificultad para tomar decisiones, bloqueos, pérdidas de memoria, impulsividad, dificultades en la atención, inseguridad, sensación de amenaza o peligro, apatía, mal genio, baja autoestima, sensación de soledad.
Sociales / Trabajo: irritabilidad, temor excesivo a tener conflictos, aislamiento, absentismo, relaciones laborales pobres, falta de satisfacción en el desempeño.
Físicos: opresión en el pecho, cansancio, alteraciones del sueño, desorden alimenticio, dolores frecuentes de cabeza, taquicardias.
Son muchas las situaciones que pueden derivar en estrés laboral, por ejemplo, tener una carga de trabajo excesiva, no disponer de los medios suficientes para realizar las tareas encomendadas, tener un puesto de mucha responsabilidad, o, por el contrario, no tener a penas responsabilidades, tener que desempeñar las tareas en muy poco tiempo o no contar con un buen ambiente laboral ni una buena relación y/o comunicación con los compañeros. Así como no poder conciliar la vida laboral y la familiar.
Por eso psicólogos especialistas en estrés laboral, queremos compartir contigo algunos consejos para prevenir y gestionar el estrés. A fin de abordar los primeros síntomas a tiempo y evitar que se agrave o cronifique.
Haz pausas
Por mucho trabajo que tengamos es importante hacer alguna pausa y no trabajar toda nuestra jornada de manera ininterrumpida. Parar 15 minutos para comer una pieza de fruta o un tentempié, estirar un poco las piernas o, si es posible, tomar un poco el aire es fundamental para reducir la fatiga y el estrés. Recuerda que trabajar implica un esfuerzo mental y/o físico y, como en cualquier otra actividad que requiera de esfuerzo, es necesario hacer pausas o descansos para desconectar y recuperar fuerzas.
Respira, medita y haz ejercicio físico
Las respiraciones diafragmáticas son un excelente aliado para prevenir y reducir el estrés laboral. Te recomendamos, especialmente en épocas de mucha carga laboral, que aproveches las pausas y te tomes un momento para respirar.
Para ello, tendrás que colocarte en una posición que te resulte cómoda, cerrar los ojos e inhalar profundamente por la nariz mientras sientes como tu estómago se llena de aire y después exhalar el aire también por la nariz. Puedes realizar tantas repeticiones como sean necesarias hasta que te sientas más relajado.
Para apoyar los beneficios de la respiración diafragmática, te proponemos realizar ejercicio físico. El ejercicio físico ayuda a incrementar la producción de endorfinas, que son sustancias liberadas por el cerebro para aliviar el dolor y que aumentan los niveles de felicidad, tranquilidad y bienestar.
Planifica tus labores y fija metas realistas
Un recurso de gran utilidad a la hora de evitar y gestionar el estrés laboral es elaborar un planning semanal y mensual en el que anotes todas las tareas que tienes que desarrollar a fin de poder repartirlas y organizarlas en el tiempo.
Además, conviene que apuntes tus objetivos semanales y mensuales y que estos sean realistas y alcanzables. Si desde un primer momento te fijas metas que ya sabes que no vas a poder alcanzar tus niveles de estrés, lejos de reducirse, no harán más que aumentar.
Anota las situaciones que te producen estrés
Otro ejercicio que es muy efectivo consiste en ir apuntando cada día aquellas situaciones que te han producido estrés y cómo has respondido a ellas. Es muy interesante no solo ahondar en aquellos factores o aspectos que generan estrés sino también en buscar las cosas que nos aportan paz y tranquilidad para contrarrestar a las primeras y alcanzar un equilibrio.
Pide ayuda
En la mayoría de los casos resulta beneficioso poder apoyarse en familiares, amigos y seres queridos. Si sufres estrés laboral o crees que puedes tenerlo no tengas miedo a compartirlo con otras personas y, cuando sea necesario, pedir ayuda profesional. Acudir a un psicólogo especializado te permitirá aprender a gestionar el estrés laboral y a adquirir las habilidades y herramientas necesarias para superarlo.
Si padeces estrés laboral no dudes en contactar con nosotros. Nuestro equipo de psicólogos especializados en problemas laborales estudiará tu caso de manera personalizada a fin de brindarte el acompañamiento y ayuda psicológica que más se ajuste a tu situación y necesidades.